HISTORIA DE LA PROFESIÓN

 

Los actuales Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación, tienen su antecedente histórico en los Maestros Mayores, que durante siglos desempeñaron un importante papel en la construcción de las Catedrales, palacios y otras obras civiles, pudiendo considerarse como una de las profesiones más antiguas. El término de Aparejador ya aparece en documentos históricos del s. XV. Uno de los vestigios más antiguos es la inscripción de un sepulcro en la capilla de Santa Clara de Tordesillas (Valladolid), que data de 1430, donde puede leerse: "Aquí yace Guillen de Rohan, maestro de la Iglesia de León et Apareiador desta capilla".

 

El patrón de los Aparejadores y Arquitectos Técnicos es San Juan de Ortega. Discípulo de Santo Domingo de la Calzada, nació en 1080 en Quintanaortuño (Burgos) y falleció el 2 de junio de 1163. Es esta fecha en la que el colectivo de Aparejadores y Arquitectos Técnicos celebra su festividad. En la iglesia románica de San Juan de Ortega, situada en plena ruta jacobea junto a los Montes de Oca, se produce todos los años un mensaje simbólico legado por los constructores medievales, que es el único caso descrito en todo el arte sagrado occidental: el fenómeno de la luz equinoccial. En ambos equinoccios (21 de marzo y 22 de septiembre) un rayo de sol ilumina a las 5 de la tarde en hora solar, el triple capitel de la Anunciación, donde se ve claramente que la Virgen María se dirige al rayo de luz y no a San Gabriel como se representa en las demás Anunciaciones. 

 

La enseñanza de los Arquitectos Técnicos (Aparejadores) fue creada el 24 de enero de 1855 mediante el Decreto Luján, por el que se instaura el Título de Aparejador en sustitución del de Maestro de Obras. La regulación de las atribuciones de la carrera de Aparejador se realizó mediante el Decreto del 16 de julio de 1935, del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. Por Orden de 9 de mayo de 1940 se disponen las normas sobre Colegios de Arquitectos y Aparejadores. El Decreto 265/1971, de 19 de febrero, regula las facultades y competencias profesionales de los Aparejadores y Arquitectos Técnicos. 

 

La Escuela Técnica de Aparejadores se creó en 1959, por Decreto 1.283/1959 de 26 de julio estando vinculada, en un principio, a la escuela de Arquitectura de Madrid. En 1970, con la Ley de educación y Financiación de la reforma Educativa, las Escuelas Técnicas se integran en la Universidad y nuestra Escuela pasa a denominarse Escuela Universitaria de Arquitectura Técnica. Desaparece el Título de Aparejador y queda sustituido por el de Arquitecto Técnico. Desde la reforma de las enseñanzas técnicas en 1964, Aparejadores y Arquitectos Técnicos son conceptos ambivalentes: aunque en su momento los primeros debieron convalidar su titulación por la de Arquitecto Técnico, hoy unos y otros desempeñan idénticas funciones profesionales. Actualmente, la Ley 38/1999 de 5 de noviembre, de Ordenación de la Edificación, regula los distintos agentes que participan en el proceso edificativo. 

 

Con la última reforma de la educación donde se implanta el Sistema Educativo Superior Europeo, más conocido como Plan Bolonia, la Diplomatura de Arquitectura Técnica desaparece, dando paso al Grado en Ingeniería de Edificación, con el fin de que España se modernice y adopte una titulación universitaria asimilable al Building Engineering existente en Europa, cambiando de nuevo su denominación a Ingeniero de Edificación, aun siendo la profesión reguladora la de Arquitecto Técnico.

 

La denominación de Grado en Ingeniería de Edificación de diferentes universidades fue recurrida en los Tribunales colectivos de Ingenieros, recursos que fueron admitidos por el Tribunal Superior de Justicia, como consecuencia, las universidades, han tenido que cambiar la denominación del grado a Grado de Arquitectura técnica, Grado en Edificación o Grado en Ciencias y Tecnología de la Edificación.

 

En la actualidad, aquellos antiguos maestros, hoy Aparejadores, Arquitectos Técnicos o Ingenieros de Edificación, siguen estando presentes en todo el proceso de edificación: proyección, realización, uso y mantenimiento y demolición, aportando conocimientos de tipo técnico, económico y de gestión.

 

TODA OBRA DE ARQUITECTURA, POR LEY, REQUIERE LA INTERVENCIÓN DE UN TÉCNICO HABILITADO QUE DIRIJA LA DIRECCIÓN DE EJECUCIÓN DE LAS OBRAS.


 

 

HISTORIA DEL COLEGIO.

 

La Orden del Ministerio de la Gobernación del 9 de marzo de 1940 es la que dicta las normas sobre Colegios Oficiales de Aparejadores. En aquel entonces el Colegio de Guadalajara era delegación del Colegio de centro.

 

La Orden del 18 de marzo de 1941 de la Dirección General de Arquitectura, cumplimenta las normas sobre funciones de los Colegios de Aparejadores. Tanto en esta orden como en las posteriores se hace hincapié en el carácter provisional de estas medidas, esta orden destaca el establecimiento de la obligatoriedad de la colegiación de los aparejadores, lo que se entendía como un logro importante.

 

Por la Orden Ministerial de 23 de junio de 1945 se aprueba el Reglamento de la Federación y de los Colegios Oficiales de Aparejadores.

 

Posteriormente, en virtud del acuerdo de 27 de marzo de 1950, el Colegio de Madrid pasó a denominarse del Centro de España, con capitalidad en Madrid y delegaciones en Guadalajara, Ávila, Salamanca, Segovia, Toledo, Cuenca, Soria y Ciudad Real.  La Orden del Ministerio de la Vivienda de 17 de marzo de 1958 sustituye el nombre de Federación por el de Consejo Superior. Por su parte la Ley de Colegios Profesionales de 1974 modifica de nuevo el nombre por el de Consejo General.

 

Finalmente, los Estatutos vigentes del Consejo General y de los Colegios Oficiales de Aparejadores y Arquitectos Técnicos fueron aprobados por el Real Decreto 1471/1977 de 13 de mayo (B.O.E. nº 135 de 06 de junio de2001).

 

La constitución del Colegio de Guadalajara, a través de segregación del Colegio del Centro de España, se produjo con la entrada en vigor, el 29 de junio de 1977, del Real Decreto 1471/1977, de 13 de mayo, por el que se aprobaron los Estatutos del Consejo General y Colegios Oficiales de Aparejadores y Arquitectos Técnicos. El artículo 33 de este Decreto estableció con carácter general el ámbito territorial provincial de los Colegios Oficiales de Aparejadores y Arquitectos Técnicos, con puntuales excepciones que no afectan a este Colegio.

 

La Asamblea General de Presidentes del Consejo General en reunión debidamente convocada al efecto de fecha 16 de septiembre, tomo razón de la constitución de este Colegio.

 

En el Libro de Actas del Pleno del Consejo General, la primera referencia al Colegio de Guadalajara se halla en el Acta nº 87 de la reunión extraordinaria celebrada el 16 de septiembre de 1977, donde en la relación de asistentes se hace expresa constancia del Colegio de Guadalajara y su Presidente, D. Arturo Laina Herranz. También consta la bienvenida del Presidente del Consejo a los representantes de los Colegios que eran antiguas delegaciones, así como acuerdos del Pleno que mencionan a este Colegio.

 

En el Libro de Registro de Nombramientos de cargos Colegiales, la primera referencia a los miembros de los órganos de gobierno del Colegio de Guadalajara se efectúa en 1978, dejándose constancia de su nombramiento el 6 de noviembre de aquel año. Posteriormente, en 1979, se inscribe el nombramiento de los nuevos miembros de la Junta de Gobierno de este Colegio con fecha 16 de septiembre.

 

El Colegio se ha ido modificando y adaptando a lo largo de los años según las necesidades de los colegiados, y prueba de ello es el cambio de denominación en 2009 donde el Colegio pasó a denominarse Colegio Oficial de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación.

 

 

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